El espíritu del arte
- Andrea Nadir Orazi
- 18 mag 2020
- Tempo di lettura: 3 min
Aggiornamento: 4 giu 2020
Los primeros acercamientos humanos al arte, sea cual sea su forma, comenzaron como un instrumento de conexión con los dioses y los seres "sobrenaturales". Con la era moderna, esta función ancestral del arte se ha perdido gradualmente. Se ha cedido espacio al aspecto político del arte, la expresión personal y la catarsis creativa, perdiendo casi por completo su función social, adquiriendo una simple función económica y colectiva. Con los años, mi investigación artística y espiritual se ha centrado en el aspecto más primitivo y atávico que tiene todo ser humano. En una sociedad en la que la espiritualidad misma ha perdido su "aura", convirtiéndose primero en control social y luego en moda. (En este caso, me refiero al movimiento de la nueva era, pero no solo). Expuesta esta premisa, analizaré más de cerca mi proyecto artístico personal, en el que he explorado el poder de los arquetipos, de los colores y de las formas. Mientras profundizaba en mis estudios esotéricos, a través de caminos de iniciación, aprendí a usar las imágenes y mi arte para un propósito más profundo, permitiendo que los colores y las formas funcionen sobre el espíritu de quienes contemplan mis obras. Siempre me ha encantado el arte simbolista y prerafaelista, y en mi proceso creativo a menudo he usado la estética de estas dos corrientes artísticas, revisada por mi mirada personal. A partir de este proceso de estudio, creación y meditación, logré llevar a cabo dos procedimientos, peculiares que permiten explorar el mundo sutil de aquellos que solicitan mis servicios artísticos.
1) La primera herramienta de mi creación son las Pinturas alquímicas del alma. Esta herramienta necesita aproximadamente un mes de preparación en la cual, gracias al estudio de la fecha de nacimiento del solicitante y la simbología de su nombre completo, se prepara el fluido catalizador, una mezcla de aguas recolectadas durante mis muchos viajes a lugares de poder europeos. El medio acuático solía estar imbuido de energías planetarias, a través de las prácticas alquímicas que en la antigüedad se usaban para hacer lo que se llamaba agua lustral. Después de este largo proceso de preparación ritual, se permite que fluya en una lienzo de algodón y los colores disueltos en agua, crean puntos desde los que se define una interpretación, que se describe en detalle en un informe que luego se entrega al solicitante junto con la pintura. El trabajo en sí mismo puede usarse como una herramienta para la meditación, actuando como un medio para redescubrir el verdadero yo.
2) 2) El trabajo de los retratos de Medicina, tiene el propósito de analizar de manera separada una experiencia vivida en una o más vidas anteriores, este proceso se lleva a cabo con una lectura inicial de Tarot, en la cual se examina cual es la existencia esencial para la vida actual; A partir de los temas que surgirán a través de la lectura, se realizará una especie de trabajo de limpieza de los "recuerdos históricos". Después de este trabajo, se crea el retrato mediático, una alegoría del período histórico en el que se manifestó la persona, también se captura el lugar de origen de la persona representada, junto con otros detalles fundamentales que se pueden utilizar como punto de partida para Trabajo más detallado. Se puede utilizar el retrato como una puerta o llave de meditación, a través de la técnica del Observatorio del Arte Interior, que será aplicada por el propietario del retrato. De estas meditaciones puede surgir información, intuiciones o mensajes cardinales reales, que una vez analizados serán útiles para el usuario para comprender aspectos de su vida actual. Para aquellos que deseen, este trabajo se enriquecerá con una cuidadosa investigación histórica, realizada por Hasan Andrea Abou Saida.
A continuación se pueden ver algunos ejemplos de pinturas de la vida anterior. Para obtener información pueden escribirme en la página de contacto del sitio o al siguiente correo electrónico: oberon1986@gmail.com
Traducción de Xoán C. Laxe
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