Luna nueva en Géminis

Me gustaría hacer una reflexión personal sobre la luna nueva del 22 de mayo de 2020 y de su energía particular que he tenido la oportunidad de explorar desde un punto de vista artístico y energético. Me ha sorprendido la capacidad de esta luna para aclarar mi mente, mis ideas y mi comunicación.

Ha traído una profunda comprensión de cómo puedo comunicar mejor mis ideas y conceptos sin entrar necesariamente en conflicto con las ideas y pensamientos de personas fuera de mi círculo más íntimo.

A nivel esotérico, la luna nueva representa un momento en el que caen las máscaras y en el que podemos dejar que emerja nuestra verdadera esencia, a veces esto se puede hacer con consciencia, a veces ocurre de manera completamente espontánea.

Por eso es muy importante hacer consciente este proceso íntimo, porque es precisamente la luna oscura la que nos invita a entrar en el reino del silencio, el secreto y los impulsos ocultos en nuestra sombra.

Sobre todo, este paso de la luna desde los últimos grados de Tauro, hasta el paso a los primeros grados de Géminis, nos enseña a hacer este proceso por un lado introspectivo y por otro práctico, invitándonos a comunicarlo sin filtros al mundo. Esto puede ser muy útil para aquellos que no tienen nada que ocultar, pero muy inconveniente para todos aquellos que tienen secretos o partes de sí mismos que no quieren mostrar.

A nivel energético, este es un momento propicio para decir todo lo que no hemos tenido el coraje de decirle a una persona cercana a nosotros o de comunicarnos algo que no queríamos entender o ver.

Desde un punto de vista artístico, este paso de la luna me ha permitido entrar en comunicación profunda con partes de mi ser débilmente iluminadas, porque cuando no podemos ver la luna fuera de nosotros podemos encontrarla adentro, entre los pliegues de nuestra alma, y este paso me empujó a explorar un personaje, que de alguna manera lidiar con mi naturaleza, y explorarlo a través del dibujo y la meditación, produje una serie de bocetos creados con un ritmo constante, para no permitir que mi mente traiga pensamientos incapacitantes a mi trabajo como Observador del Arte Interior. Espero que este breve testimonio mío sea útil para vuestra investigación espiritual, vuestras meditaciones o simplemente para la elaboración de obras de arte. A continuación podéis ver una representación de Hécate, que surge de las plantas de estramonio.

Traducción de Xoán C. Laxe